martes, 22 de septiembre de 2009

Piercing



Piercing


Piercing de pezón, piercing labial y dilatadores en la oreja.
Una perforación o piercing (cuya adaptación gráfica propuesta por las Academias de la Lengua Española es "Pirsin"[1] ) es una abertura en el cuerpo humano para colocar un pendiente. Estas perforaciones son una forma de modificación corporal y reflejan tanto valores culturales, religiosos y espirituales. Siendo además parte de la moda, erotismo, inconformismo o identificación con una subcultura.
En la historia occidental, tradicionalmente sólo se practicaba a las mujeres un único agujero en las orejas desde pequeñas para toda su vida; sin embargo, en otras culturas del mundo y en la cultura occidental en la actualidad y en épocas antiguas, también se perforan varias partes del cuerpo ambos sexos.
Normalmente, suelen ser pequeños aros rematados con una bolita, metálicos o plásticos. Sin embargo los de mayor tamaño varían en forma y material.
Quien decide colocarse un pendiente debe prestarle cuidado y atención, al estar colocando un artefacto ajeno al cuerpo y que podría reaccionar de manera negativa, por eso siempre ha de limpiarse muy bien y correctamente, no maltratarlo, tampoco excederse en las curaciones de la perforación y por supuesto no intentar intercambiar el zarcillo con otra persona como medida sanitaria de evitar infecciones e incluso transmisión de enfermedades.



Es imposible saber con exactitud cuándo se empezó a usar como ritual o celebración el piercing. Las primeras muestras de perforaciones, datan del año 709 A.C. Se han encontrado jeroglíficos en donde aparece la imagen del "Jaguar Protector", siendo perforado por su esposa, Lady Xoc, en la lengua. Rito al que denominaban "rito de la sangre".[2]
También, se cree que originalmente, los esquimales fueron los primeros en utilizar este tipo de aplicaciones, a las que ellos denominaban "labrets". Esta tribu, perforaba a los jóvenes que se convertían en adultos, para demostrar que tenían cualidades y estaban aptos para cazar con los mayores.[3]
Aunque no este difundido, eran muchas las tribus que tenían como ritual la perforación de alguna parte corporal.
Quizás, los más adelantados en tiempo a la hora de perforar, eran los mayas; quienes se perforaban el labio, la nariz y las orejas con joyas.Aunque los romanos antiguos, ya entonces, se perforaban los pezones como muestra de virilidad y fortaleza, y para sujetar las cortisimas capas que usaban a modo de vestimenta. Las mujeres de la alta sociedad también se perforaban los pezones para darles volumen y ser mas atractivas.


Para colocar el piercing, primero se marca con un bolígrafo especial, de tinta que no va a rechazar el cuerpo, el lugar a perforar, luego se pasa a perforar con la aguja. Según el lugar, el proceso puede variar. En algunos centros, usan algún tipo de anestesia local durante el proceso, que puede ser desde hielo, hasta pulverizaciones de líquidos, como la bezocaína. Suele hacerse con aquellas partes del cuerpo en la que se registra más sensibilidad, como labios o lengua. Es peligroso tomarse una aspirina o cualquier otro analgésico previo a la perforación, ya que todos suelen afectar a la coagulación de la sangre, por lo que el agujero tardará bastante más en curar. Generalmente, hacerse un piercing no duele de forma excesiva o insoportable, es además un sólo momento de dolor.
La perforación consiste en la implantación, generalmente decorativa o ritual, de un pendiente o piercing en diferentes partes del cuerpo. Para su realización se lleva a cabo una pequeña perforación con una aguja especial (llamada cánula o catéter) en la zona deseada de la anatomía. Luego, se procede a introducir el pendiente en la cavidad efectuada con dicha aguja.

En el momento de realizarse un piercing, los clientes suelen tener en cuenta el material, ya que siempre debe estar esterilizado, para prevenir enfermedades. Las joyas que se van a implantar, ya que deben ser de titanio, acero quirúrgico u oro de 14 o 18 quilates En la primera implantación, sólo se pone titanio, porque es antibacteriano. En los posteriores cambios de piercing ya es posible ponerse cualquier otro tipo de metal. Éstos han de estar esterilizados y guardados en bolsas o recipientes estériles hasta su uso, y ser aptos para su uso como piercing.
Quien hace la perforación lo debe hacer con guantes de tipo quirúrgico, nuevos y no debe tocar nada que no sea material esterilizado previamente, de igual forma, no debe fumar dentro del estudio de perforación. A si mismo, la piel debe estar limpia y desinfectada antes de perforarse.
También hay que tener en cuenta que si se ha tenido infecciones producto de la colocación del piercing anteriormente, es probable que vuelvan a ocurrir la próxima vez.

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